Es cada vez mayor el número de personas que utilizan plantas medicinales para el tratamiento de sus malestares o enfermedades. Entre las más utilizadas se encuentran la Echinacea, el ajo, el ginkgo biloba, el ginseng, la hierba de San Juan, la manzanilla, la valeriana, el jugo de uva, el jengibre, el té verde, melissa, pasiflora y tantas otras…
Aunque todos estas hierbas medicinales o medicamentos naturales son considerados muy útiles y sin duda que aportan beneficios, pueden ocurrir efectos adversos que son necesarios de conocer y entre los cuales pueden presentarse interacciones con medicamentos alopáticos o bien pueden aumentar las posibilidades de sangramientos por si solos o asociados a otros medicamentos que contengan ácido acetilsalícilico u otros del tipo anticoagulantes.
Los cirujanos y anestesistas deben estar alertas y preguntarse si sus pacientes utilizan medicamentos herbales porque lo más común es que los pacientes no lo reporten espontáneamente y si no se les pregunta, simplemente pasarán por alto esta importante información.
Los anestesistas y cirujanos deben intentar familiarizarse con los efectos de los medicamentos herbales y deberían preguntar a sus pacientes respecto de su uso, especialmente cuando realizan los preparativos para una intervención quirúrgica.
La literatura de que se dispone en la actualidad señala claramente que el uso de medicamentos herbales debería suspenderse a lo menos con dos semanas de anticipación a una intervención quirúrgica.
The peri-operative implications of herbal medicines
Anaesthesia, 2002, 57, pages 889–899.